Tú aún dormías y yo estaba despierta. Poco a poco, saliendo del sueño he sentido tu respiración ligera. Entre el brazo y la almohada que te tapaba la cara te he visto los ojos cerrados. He sentido cómo la conmoción se me ponía en la garganta y tenía ganas de gritar y despertarte. Pero prefería verte así, como algo que nadie podía quitarme porque sólo yo lo poseía. Una imagen tuya para siempre. Luego, te has despertado y sonriendo, aún adormecido me has besado, y yo he sentido que no debía de temer nada, que nosotros estaremos siempre como en ese momento.
PD: Próximamente, la Rooom en Valencia...será perfecto.
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